En lugar de La M...., de cuyo nombre no quiero acordarme, vivían muy aburridos tres caballeros y muy agobiados sus ilustres señores. El más gracioso de los caballeros se llamaba Rompetechos...
Dicen de él que es más bien bajito, con gafas de "culo botella" y tan mala leche que hasta se le ha teñido el pelo de ese color. Dicen también que el pobre Rompetechos es capaz de meterse en los líos más gordos y que es más testarudo que una mula cuando se le mete algo entre ceja y ceja. Su principal cometido en esta vida terrenal, además de perpetuar tan exótica especie con criaturas de su sangre y de muy extrañas costumbres, es la de fastidiar al vecino, no importa dónde esté ni quién sea.
Más de uno quisiéramos que el Rompetechos de esta historia tuviera más semejanzas con el famoso personaje de la revista Tío Vivo. Pero la historia esta vez supera una vez más la ficción. Rompetechos existe, y además de esas virtudes de cómic, tiene otras que le convierten en el gran sabueso, que hocico en suelo es capaz de rastrear por vida e historias ajenas para encontrar cualquier dato, cuanto más íntimo mejor, del vecino o de la vecina susceptible de ser chismorreado.
Pero toda desviación psicopatológica tiene su origen y su causa. Nuestro Rompetechos de pequeño no fue un niño importante, sufrió muchas carencias materiales y afectivas, y eso no lo ha superado. Debe ser que como no ve "tres en un burro" no se le pone nada ni nadie por delante. Así que se alista en cualquier ejército con la intención de combatir su aburrida existencia.
Su comida preferida son los Huevos Revueltos. Los huevos se los proporciona su amigo Marino Jabalí, al que por una afición estrafalaria, es conocido en el barrio como el "Tocahuevos". Junto a Marino Jabalí y Rompetechos, como fiel escudero y lejos de la imagen del histórico Sancho Panza, irrumpe en escena, cual mensajero fiel, Paquito Mortadelo el Chocolatero, al que todos llamamos "meapilas". Es un fiel cumplidor de las misiones encomendadas, el cual sonrisa y dientes en boca, no importa si es un primero como si es un octavo, visita a quien haga falta para pregonar en nombre del Señor, argumentos, reales o inventados, para conseguir los objetivos marcados por sus amos.
No se me olvidadaban, los amos y señores. Cual Rey Baco, adorándose a si mismo, Jota. Jota es tartamudo, por eso suele firmar Jota Jota Jota. Jota es la imagen de lo que debe ser y la realidad de todo lo contrario. Fachada al exterior y putrefacción en el interior, o sea, algo que huele fatal. Ahí está como perro vagabundo, a ver que pilla. Todo cae bien, y si cae en la buchaca mejor. La dieta sana para él es la que suma en su cuenta corriente.
Y moviendo a todas las marionetas de este circo, Don Usted de la cuatro carreras y soy más listo que nadie, haciendo honor a lo que fue y no volverá. Don Usted se piensa que al circo sólo van los borregos, sin ser consciente que la cultura y el circo no son incompatibles y que circo no es igual a rebaño de ovejas. Dos Usted de las Cuatro Carreras piensa que su obligación es permanencer en la torre de márfil y no puede permitir que la inteligencia crítica venza a la estupidez disciplinaria que dice defender.
Los cinco magníficos han conquistado con alevosía, prevaricación y falsedad un territorio que no les corresponde. Sus armas han sido la mentira, el atrevimiento, el delito, que para ellos es una forma de vida, porque suma y sigue. Se atreven con todo, con la injuria, con la calumnia, con la violación de derechos fundamentales.... La verdad es que su currículum es un verdadera joya para opta a la plaza de presidente de cualquier República Bananera.
Desde este blog, me parto, me mondo por no decir soeces propias de D. Marino Jabalí y sus amigos. Y continuará....
